miércoles, 7 de octubre de 2015

1984 de George Orwell


Argumento

En el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith es un peón de este engranaje perverso, su cometido es reescribir la historia para adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos... hasta que decide replantearse la verdad del sistema que los gobierna.

Opinión

George Orwell, escritor y periodista, consiguió posicionarse como una de las voces más claras y lúcidas del siglo XX, gracias a la novela 1984. Supo predecir con 40 años de antelación que podrían existir los sistemas totalitarios dónde todo lo que una persona hace es controlado y estudiado y, en caso de ir contra la doctrina del Partido, castigado.  El relato de Orwell en 1984 es escalofriante pero, a la vez, revelador, que te hace pensar y reflexionar y, al fin y al cabo, ver el mundo que te rodea con otros ojos.

1984 es la obra de ciencia ficción por antonomasia y, a la vez, una crítica voraz a los sistemas políticos surgidos de la II Guerra Mundial y anteriores.  Sin embargo, da miedo ver como en algunos aspectos es muy parecida a la situación actual, al menos en España, donde la libertad de expresión se ha reducido considerablemente debido a legislaciones como la Ley Mordaza.

Muestra también que aunque el sistema totalitario sea opresor en todas las fases de la vida cotidiana, hay algo que no puede controlar y eso es los sentimientos. Sí puede controlar el pasado, cambiarlo y modificarlo a su antojo y hacer que la gente no tenga otro modelo en el que basarse, pero cuando alguien siente que hay algo a su alrededor que no encaja, es la primera chispa para el gran fuego de la revolución. Quizá no prenda en ese momento, pero en algún momento lo hará.

Orwell matiza todos los detalles con tanta intensidad que parece que la situación sea real. No hay un solo aspecto de la vida o del gobierno que no esté debidamente explicado. Me sorprende, también, la habilidad de Orwell para crear un nuevo idioma que refleje, exactamente, el carácter totalitario y opresor del sistema a través de la asociación de palabras y la eliminación de la mayoría de ellas para que no se puedan expresar ideas contrarias al Partido.

Evidentemente, el Partido es la gran organización detrás de todo el entramado opresivo y el Hermano Mayor es la figura que representa al Partido. Es curioso como se representa al Hermano Mayor. Físicamente, es un hombre de facciones toscas y duras, que imponen autoridad. Ideológicamente, representa todos los principios del Socing. Conforme he ido leyendo el libro, me he convencido cada vez más de que el Hermano Mayor no es una persona en sí misma, si no que lo forman todos los integrantes del Partido Interior, es decir, del núcleo duro del Partido.

                              

En definitiva, 1984 es un libro que se debería leer, no solo como una novela de ciencia ficción, sino como un libro que te haga reflexionar y pensar en todas las libertades y derechos que tenemos hoy en día (y que poco a poco nos están recortando). George Orwell es una de las voces más lúcidas del siglo pasado y, en mi opinión, de este siglo también. Sus obras siguen estando totalmente vigentes y son una lectura esencial.




miércoles, 16 de septiembre de 2015

El secreto de Vesalio de Jordi Llobregat

Argumento
Imagen extraída de:
 www.culturamas.es
Barcelona, mayo de 1888. A pocos días de inaugurarse la primera Exposición Universal del país, aparecen los cuerpos horriblemente mutilados de varias muchachas. Sus heridas recuerdan a una antigua maldición de la ciudad largo tiempo olvidada. 

Daniel Amat, joven profesor residente en Oxford, recibe la noticia de que su padre ha muerto en extrañas circunstancias, lo que le obliga a volver a Barcelona después de años de ausencia. A partir de ese momento se verá envuelto en la persecución de un despiadado asesino mientras se enfrenta a las consecuencias de su propio pasado. 

Bernat Fleixa, reportero del Correo de Barcelona, cuyo único interés es conseguir una noticia que le haga famoso, y Pau Gilbert, un enigmático estudiante de medicina, se unirán a Amat en busca de un antiguo manuscrito anatómico que puede cambiar la historia del conocimiento y que resulta ser el principal objeto del misterioso asesino.

Opinión

Siempre me ha gustado una novela de misterio. El secreto de Vesalio llegó a mis manos de pura chiripa, pues me lo regalaron por mi cumpleaños alegando que estaba relacionado con “algo de periodismo”. No era una de las lecturas principales de verano, aunque tenerlo en la estantería con esa flor cosida en la portada me llamaba la atención cada día más. Así fue, que cuando terminé Anna Karénina decidí empezarlo. He de decir que antes de abrirlo estuve un rato dándole vueltas al libro, leyendo el argumento, la contraportada… y analizando profundamente la portada, ya que nunca había oído hablar de él. Después de todo este ritual, empezó el viaje.

Yo soy de Barcelona, y al empezar a leer fue como verme teletransportada hacia atrás en el tiempo. Cada vez que se mencionaba alguna parte de la ciudad me imaginaba a mi misma recorriendo esas calles, vestida con los trajes de la época e intentando descubrir al asesino. En el libro he podido ver la representación justa y definida de la Barcelona de la Exposición, un tiempo en que se debían dar buenas apariencias e intentar esconder lo más oscuro de la ciudad, que en este caso eran los asesinatos.

En cuanto a la trama, o mejor dicho en cuanto a los asesinatos, después de leer el argumento de la parte trasera del libro, me esperaba algo relacionado con una secta satánica que se dedicaba a desmembrar jóvenes porque así mantenían la juventud. Llegué, incluso, a imaginarme un corro de personas con túnicas salmodiando alguna cantinela en latín todos a una. No obstante, me encontré una trama perfectamente hilvanada con el resto de sucesos en el libro, con una causa y un justificante. Aún así, encontré que el final me chirriaba un poco, más por la razón de todos los asesinatos que por los sucesos que acontecen.

El trío de personajes protagonistas son los personajes que aparecen en todas las novelas de misterio y, lejos de ser algo malo, en mi opinión me parece un punto a favor, ya que los tres personajes dotan de frescura y ritmo a la lectura. El patrón que a mi me parece que siguen estos personajes es el siguiente: el periodista con problemas con la bebida pero con buen corazón a punto de ser despedido, pero que va detrás de una gran historia; el hijo pródigo que ha huido de casa debido a un suceso familiar pero que luego vuelve al lugar donde nació, y el chico que le da mil vueltas a todo el mundo. 

Son tres personas que no se conocen de nada y tan alejadas las unas de las otras que no parece que vayan a entenderse, pero al final forman el trío adecuado para solucionar el caso. Bernat Fleixa, aunque a veces pueda resultar irritante (para mí la mayoría de las veces), es, yo creo, quien más juego da a todo el entramado.  Por su parte, Pau Gilbert es el ejemplo perfecto de los jóvenes pueden ser superiores a los hombres, incluso en situaciones extremas. Y Daniel Amat, ha sido pensado y creado a medida para esta historia.  Otro de los personajes que no me ha gustado durante toda la historia, ha sido a Felipe Llopis, el compañero de Bernat Fleixa en El Correo de Barcelona, que supongo Llobregat ha creado para que nos dé cierto tipo de repulsión, pues es el típico estirado, niño de mamá, que cree que va un paso por delante de todo el mundo, cuando realmente no es así.

Si algo no le ha faltado a este libro, sin duda, ha sido misterio, pues Llobregat ha sido tan hábil de proporcionarnos la cantidad adecuada en cada momento, dejándonos colgados en los momentos de más tensión. Debo decir que algunos momentos del libro, me han parecido sacados de una película de suspense hecha en Hollywood, lo cual no es malo, porque Hollywood tiene muy buenas ideas… No obstante, si eres un gran apasionado de las novelas de misterio y secreto, seguramente será uno de los libros que querrás tener en tu estantería para leer. Disfrutarás de una buena historia, dinámica y fresca, para nada parecida algo que hayas leído antes; independientemente de los aspectos técnicos del libro, la historia está bien pensada y desarrollada. 





lunes, 24 de agosto de 2015

Anna Karénina de Lev N. Tolstói

Argumento
La sola mención del nombre Anna Karénina sugiere inmediatamente dos grande temas de la novela decimonónica: pasión y adulterio. Pero, si bien es cierto que la novela, como decía Nabókov, "es una de las más grandes historias de amor de la literatura universal", baste recordar su celebérrimo comienzo para comprender que va mucho más allá: "Todas las familias felices se parecen; las desdichadas los son cada una a su modo". Anna Karénina, que Tolstói empezó a escribir en 1873 ( pensando titularla Dos familias) y no vería publicada en forma de libro hasta 1878, es un exhaustiva disquisición sobre la institución familiar y, quizá ante todo, como dice Victor Gallego (autor de esta nueva traducción), "una fábula sobre la búsqueda de la felicidad". La idea de que la felicidad no consiste en la satisfacción de los deseos preside la detalla descripción de una galería espléndida de personajes que conocen la incertidumbre y la decepción, el vértigo y el tedio, los mayores placeres y las más tristes miserias. "¡Qué artista y qué psicólogo!, exclamó Flaubert al leerla. "No vacilo en afirmar que es la mayor novela social de todos los tiempos", dijo Thomas Mann. 

Opinión

Aunque yo no tengo ninguna autoridad para hablar de un clásico cómo Anna Karénina, voy a intentar exponer todos los sentimientos que este libro ha conseguido despertar en mí.  Como a mí me gusta leer clásicos, pues soy una admiradora del estilo de Jane Austen y de las hermanas Brontë, consideré que Anna Karénina no podía faltar en mí biblioteca. Así que, allá en marzo me decidí y me la propuse como lectura de verano. Pues bien, he tardado prácticamente dos meses en acabar sus 1002 páginas.

Quizá muchos de vosotros no sepáis o os suene vagamente Anna Karénina, pero este libro empieza con una de las frases más dichas y repetidas del mundo de la literuatura, a saber: “Todas las familias felices se parecen; las desdichadas los son cada una a su manera”. A partir de estas palabras se erige la historia de “amor”, pasión y lujuria de las tres parejas protagonistas. Anna y Vronski; Kitty y Levin y Daria y Stepán Arkádevich, sin olvidar, por supuesto de Alekséi Karénin.

Por supuesto, no hace falta decir que la obra me ha dejado totalmente exhausta. La intensidad con que Tolstói hace vivir a sus personajes es tan abrumadora que no puedes evitar que te lleve la corriente y, en cada momento, te encuentras sintiendo lo mismo que el personaje principal de cada página. Enmarcada dentro del realismo, los sentimientos descritos son de tal viveza que podías presagiar a tu lado el roce del vestido de las señoras o el olor a tabaco de los caballeros.

Imagen de Anna Karénina. Extraída de: www.letraslibres.com


La maestría de la escritura de Tolstói te demuestra que apostar por la literatura clásica sigue siendo un buen movimiento. La complejidad gramatical de cada una de las oraciones, aunque también, la sencillez de su comprensión, contribuyen a la idea de que Anna Karénina debe estar en la librería de cualquier lector que se precie. Por lo tanto, puedo catalogar esta obra de un “must read”, es decir, de una obligada lectura.

En lo referente a sus personajes, destaca sobre todos ellos el de Anna Karénina. No solo es el personaje principal, si no que es el que más fuerza tiene: la manera cómo vive cada uno de los momentos a los que se enfrenta quizá pueda parecer un poco teatral, pero sin duda, es la manera más profunda y real, se nos muestra a una Anna que no esconde nada. No obstante, considero a Anna muy poco dispuesta a escuchar las opiniones de los demás, es decir, las cosas deben ser hechas a su manera y por ella misma, y cuando por fin se da cuenta de que existe un mundo exterior, y de que ese mundo tiene razón, es demasiado tarde. Considero que el problema es que se ahoga en un vaso de agua y no puede, o no quiere, ver la solución más sencilla a su problema.

Anna con su hijo Seriozha. Imagen
 extraída de: it.wahooart.com
Anna vive con tal pasión,  que se vuelca única y exclusivamente a analizar esos sentimientos y, sin que sirva de mucho, se deja llevar por la misma corriente abrumadora de la que hablábamos antes.  Anna, vive, constantemente, al filo de los sentimientos, es decir, si siente alegría, la siente hasta el extremo y si siente pena, lo mismo; por lo que, a veces, puede generar una sensación de reproche y negatividad.  A lo largo de todas las páginas no solo yo he ido descubriendo como es Anna Karénina, sino que ella misma se ha ido descubriendo a sí misma, pues se ha visto abocada a reaccionar a situaciones que nunca antes había vivido.

En el otro lado del tablero tenemos a Vronski, que tiene la santa paciencia de aguantar todo el torrente de emociones que supone Anna. A lo largo del libro, descubrimos a un Vronski capaz de enamorarse y de sentir, aunque al principio pareciera imposible. Vronski, ese joven militar, despreocupado y amigo de sus amigos, encuentra en Anna ese primer amor pasional y romántico. No obstante, Anna y Vronski están en niveles diferentes durante toda la relación, pues siempre he creído que ella le quería más a él que él a ella.  Vronski supone, para mí, un gran descubrimiento; mis sentimientos hacía él han sido cambiantes a lo largo de la obra, pues en un principio me generaba reproche, hacia la mitad indiferencia y, al final, lástima. Anna y Vronski evolucionan de manera diferente durante toda la obra; en materia de sentimientos es evidente que Anna deja atrás a Vronski, pues ella acaba sintiendo más que él.

En el otro extremos tenemos a Kitty, que es todo lo que Anna no es, es decir, Kitty posee esa ternura e inocencia del primer amor cuando se enamora de Vronski en un primer momento. Es tan intensa como moderada y, aunque al principio pierde la compostura en algún momento, luego aprende a contener sus sentimientos y dejar entrever lo justo y necesario.  Evidentemente, después del rechazo de Vronski, Kitty se convierte en una persona totalmente diferente: la situación la hace madurar y ser más adulta, además de afrontar las cosas con más madurez de lo que lo habría hecho la Kitty pre-Vronski.

A su lado encontramos a Levin, que para mí, es el personaje que menos ha evolucionado en el transcurso de la historia; pues empieza y acaba siendo el mismo tipo campechano y dedicado al campo. No obstante, como bien vemos, sufre una crisis existencial que es fruto de haber conseguido en poco tiempo aquello a lo que todos los jóvenes rusos aspiraban: una buena posición social, un matrimonio bien avenido y, finalmente, la paternidad. Tolstói erige a Levin como su héroe en esta historia, pues es con el que más se identifica y con el que mas cosas comparte.  Kitty y Levin forman una de las parejas más estables del libro; y su amor recatado contrasta con el amor pasional de Anna y Vronski, que no por eso deja de ser sincero.


Imagen extraída de: www.melodiasporescrito.com

Por otro lado, Daria y Stepán empiezan siendo una pareja rota y acaban siendo una pareja rota. De ellos no hay mucho que decir, sino que Daria siente lo que siente una mujer normal cuando su marido la ha engañado: repulsión. A partir de aquí, lo único que hace es dedicarse en cuerpo y alma a sus seis hijos e intenta pasar todo el tiempo posible con su familia, pues su marido pasa largas temporadas fuera de casa.  Por otro lado, a Stepán parece que le da igual haber engañado a Daria, pues lo sigue haciendo durante toda la obra.  Stepán es un hombre de sociedad, centrado en conseguir la mayor cantidad de amistades bien posicionadas para que eso le influya positivamente en su puesto de trabajo.

Finalmente, no hay que olvidarse de Alekséi Karénin; una figura a prori inexistente, pero que acaba por decidir el destino de Anna. Karénin es un hombre recto, exigente y al que le gusta el orden, pero con un tono sarcástico y de superioridad que al final le acaba pasando factura.  Karénin llega a ser una figura importante en la obra, pues, en parte, es el detonante de todo lo que pasa y por ende, aquel con el poder suficiente para decidir el destino de su mujer. Aquí podemos apreciar la magnanimidad con que Anna describe a su marido y que Tolstói se encarga de representar a la perfección.

Como ya he dicho más arriba, no me considero nadie para hablar de una obra tan extraordinaria como Anna Karénina. Sin embargo, os dejo algunos comentarios referentes a ella hechos por los críticos de la época. La mayoría de ellos la clasificó como un nimio “romance de la alta sociedad”, por su parte Fiódor Dostoyevski declaró que era una «obra de arte»; Vladímir Nabókov secundó esta opinión, admirando sobre todo la «magia del estilo de Tolstói» y la figura del tren, que aparece a lo largo de toda la obra.